¿Cuál es tu meta para cambiar este año? Diez de las Resoluciones de Año Nuevo más populares son: perder peso, hacer más ejercicio, leer más, organizarse mejor, ahorrar más dinero o gastar menos dinero, aprender una nueva habilidad o pasatiempo, vivir la vida al máximo, pasar más tiempo con la familia y los amigos, viajar más, y dejar de fumar. Posiblemente tengas uno o más de esos, o tus metas para 2019 pueden ser muy diferentes. Por supuesto, necesitamos al menos una o dos metas para nuestro caminar con Dios.
Muchas personas desean un cambio, pero luego hacen un mal trabajo cambiando. Esto puede ser muchas razones. A continuación enumero cuatro decisiones que puedes tomar que harán que el cambio sea posible.
1. Elije una cosa a la vez
Primero, elije una cosa a la vez sobre la cual trabajar principalmente. Estoy seguro de que tu lista puede incluir varios elementos clave este año que te gustaría cambiar. Sin embargo, tienes tiempo y energía limitados. Si, por ejemplo, las cosas están conectadas, entonces puede estar bien elegir más de uno (ej.: un plan de dieta y ejercicio). En general, sin embargo, desearás centrarte en un número limitado de cosas.
Sólo tienes una cantidad limitada de energía. Si limitas tus metas a una a la vez, esto te ayudará a concentrarte y no sentirte abrumado. Por lo tanto, deberás determinar dónde comenzar y por qué hacerlo. ¿Qué hace que una cosa sea más importante que otra? Comienza con lo que es más importante. A medida que veas el cambio, comienza a centrarte en la siguiente cosa más importante.
2. Consigue ayuda
Pide a uno o dos amigos piadosos que te ayuden. Estas son las personas que te ayudarán a mantener tus pies en el fuego. Cuando estés desanimado, necesitarás a alguien que te ayude a continuar. Cuando surjan las preguntas, necesitarás que alguien te las responda. Cuando llegues a un punto difícil, necesitarás a alguien que haya estado allí antes o que esté dispuesto a ir contigo ahora. Al elegir a esta persona(s), reconoce lo importante que es elegir a alguien que será fiel en ayudarte y será sabio.
Las mejores intenciones se deshacen porque nunca se hace ningún plan.
Determinen reunirse o, al menos, hablar regularmente para mantenerte responsable de tu objetivo. Se recomienda al menos una vez a la semana. Sin embargo, puede haber ocasiones en que necesites que alguien te ayude a resolver un problema más de una vez por semana. Es posible que necesites llamadas diarias, además de una reunión. Cualquier combinación de opciones de comunicación funciona (teléfono, mensajes de texto, cara a cara, redes sociales, etc.).
3. Haz un plan
A menudo, las mejores intenciones se deshacen porque nunca se hace ningún plan. Por eso, haz un plan y comienza. ¿Cuáles son los pasos lógicos para hacer lo que quieres hacer? Comienza a pensar acerca de esto. Haz una lista que te ayude a ordenar las opciones. Pídele a un amigo que te ayude a pensar en esto. Sin un plan, es sólo una buena intención. Con un plan, puede resultar en cambio.
Comienza con el primer paso. El primer paso para el cambio de vida es clave. Luego el siguiente. Da un paso a la vez. Sin dar el primer paso, entonces estarás parado. Pararse es un signo de intención pero no de caminar. El objetivo es ayudarte a caminar por la vida con este nuevo hábito que te ayuda a cambiar.
4. Recuerda el evangelio
Recuerda -no olvides- el evangelio. Dios te proporciona la esperanza y la posibilidad real de cambiar a través de Cristo. Tienes ambos, la posibilidad de cambiar y el poder de cambiar en Cristo (Fil. 3-4). Hay dos cuestiones clave con respecto al Evangelio que debes tener en cuenta a medida que buscas crecer.
“Ustedes son justos en Cristo”
“... no teniendo una justicia propia de la ley, sino una que es a través de la fe en Cristo” (Fil. 3: 9). Tú eres justo en Cristo. Lo que haces no te hace justo. Mantener y seguir las reglas no te hace justo. Tú eres justo en Cristo. Por lo tanto, Dios te acepta y está contigo mientras buscas cambiar.
“Tienes el poder de la resurrección en Cristo”
“Mi objetivo es conocerlo a Él y el poder de su resurrección...” (Fil. 3:10). Dios te da poder en el Espíritu para hacer esas cosas que le traen gloria a Él. Con respecto al contentamiento, Pablo escribió: "Soy capaz de hacer todas las cosas a través de Aquel que me fortalece" (Fil. 4:13). Lo que es cierto para el contentamiento también es cierto para cualquier otra cosa buena que intentes. Dios te da fuerzas para hacerlo en tu corazón. Por supuesto, esto no hace referencia a la capacidad de hacer cosas que no podrías hacer físicamente, como ganar un juego de fútbol o correr un maratón. Lo que sí significa es que Dios te otorga la fuerza interna para lograr esas cosas que le agradan y le honran.
Sin un plan, es sólo una buena intención. Con un plan, puede resultar en cambio.
El cambio es posible
¡El cambio es posible! Esta es una gran noticia. En cuestión de tiempo, te alegrarás de haber elegido lo que más necesitas cambiar, haberle pedido a un amigo que te acompañe en tu viaje, haber elaborado e implementado un plan, y haber recordado el evangelio al predicártelo a ti mismo.
Espero escuchar pronto lo bien que lo hiciste.
Kevin Carson es esposo, padre de cuatro hijos, pastor, profesor, blogger (kevincarson.com), autor y consejero certificado. Le encanta servir a Cristo, a su familia, al cuerpo de Cristo y a su comunidad.
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