top of page

El Intérprete de Nuestro Sufrimiento

  • Foto del escritor: CCB
    CCB
  • 27 mar
  • 4 Min. de lectura

Cómo la Palabra de Dios da forma a nuestro sufrimiento.



Si aún no vives fuera de la ciudad, deberías salir de ella una noche y mirar al cielo. Cuando te alejas de las luces de la ciudad y entras en la oscuridad del campo, puedes ver muchas más estrellas en el cielo de las que jamás verás en la ciudad. Si tomaras un telescopio y lo apuntaras hacia el cielo, acercaría esas estrellas y podrías contemplar mejor la creación de Dios. Pero si no supieras cómo usarlo, podrías ponerlo al revés y las estrellas parecerían más lejanas. Cuando enfrentamos crisis y sufrimiento, existe el riesgo de enfocarnos tanto en el problema que perdemos de vista la perspectiva eterna de la mano providencial de Dios. Así como al usar mal el telescopio, Dios puede parecer más distante en lugar de más cercano.


La Situación de Asaf (Salmo 73)


En el Salmo 73, Asaf se lamenta delante del Señor por la prosperidad de los impíos, pero luego permite que Dios interprete la situación y ve cómo Él obra en todo. Asaf se queja con el Señor porque la gente de su alrededor es malvada y arrogante, y aun así prosperan y tienen éxito (Salmos 73:3-12). Mientras tanto, él se esfuerza por vivir según la ley del Señor y, sin embargo, es castigado y afligido cada día (Salmos 73:13-15). Esto lo cansa y lo deja sin respuestas, pero cuando entra en el santuario de Dios (Salmos 73:16-17), el Señor le muestra que el destino de los impíos está decidido: caerán en ruina, serán destruidos y desaparecerán de repente (Salmos 73:18-20).


Al comprender esto, Asaf examina su propio corazón y reconoce que ha sido necio, amargado, ignorante, como una bestia ante el Señor (Salmos 73:21-22). Se da cuenta de que estaba interpretando la situación de manera equivocada, como quien usa un telescopio al revés. Su entendimiento era limitado y necesitaba que Dios le mostrara la verdad. William Cowper, en 1774, escribió en su famoso himno “Dios Se Mueve de Manera Misteriosa” sobre esto:


"La incredulidad ciega yerra con certeza

y escudriña en vano Su obra;

Dios es Su propio intérprete,

y Él la hará clara."


Así como Asaf, muchas veces intentamos comprender la obra del Señor con nuestras propias fuerzas y terminamos confundidos. Debemos dejar que Dios, por medio de Su Palabra, interprete nuestra situación. Él es Su propio intérprete y nos hará ver la verdad.


La Situación de Habacuc


El profeta Habacuc también llevó su lamento al Señor y recibió una respuesta difícil: la situación iba a empeorar antes de mejorar. Dios le reveló que los israelitas serían conquistados por los caldeos, un pueblo pagano, violento y sin temor de Dios. Sin embargo, en este diálogo entre Habacuc y el Señor, encontramos una verdad clave en Habacuc 2:4:


"Miren con orgullo al que confía en sí mismo,

pero el justo vivirá por su fe."


A través del sufrimiento venidero, cuando Israel fuera llevado en cautiverio por los caldeos, Dios demostraría que sus fieles seguidores mantendrían sus ojos en Él y vivirían según Su voluntad en medio de la aflicción. Cuando Dios le revela la verdad a Habacuc, el profeta comprende que el fin de los caldeos llegará (Habacuc 2:6-20), recuerda las obras poderosas del Señor (Habacuc 3:1-15) y escribe un canto de esperanza para que su pueblo lo lleve consigo al exilio y mantenga la mirada en Aquel que los salvará (Habacuc 3:17-19).


Dios Quiere Transformarte


En ambos casos, Asaf y Habacuc no vieron un cambio inmediato en su situación, pero Dios los transformó en medio de la prueba. Ambos permitieron que Dios interpretara su sufrimiento y fueron llevados a confiar y alabar a Aquel que es su Roca, su Refugio y su Salvador.


Asaf oró con la seguridad de que Dios estaba con él, que lo guiaría con Su consejo, que sostendría su mano y que no deseaba a nadie ni a nada más que al Señor. Reconoció que su carne y su corazón podrían fallar, pero Dios sería su porción para siempre (Salmos 73:23-26). De manera similar, Habacuc elevó una oración de adoración:


"Aunque la higuera no florezca,

ni haya frutos en las vides,

aunque falte el producto del olivo,

y los campos no produzcan alimento,

aunque falten las ovejas del aprisco,

y no haya vacas en los establos,

con todo, yo me alegraré en el Señor,

me regocijaré en el Dios de mi salvación.

El Señor Dios es mi fortaleza;

Él ha hecho mis pies como los de las ciervas,

y por las alturas me hace caminar."

Habacuc 3:17-19


Habacuc reconoce que nada a su alrededor puede mejorar, pero elige confiar en el Dios de su salvación. Aunque lleguen tiempos de hambre, aunque el ganado muera y el pueblo sea llevado al exilio, su fe permanece en Dios.


Vive por Fe


Cuando dejamos que Dios interprete nuestro sufrimiento, la situación puede no cambiar, pero el justo vivirá por su fe en el Dios de su salvación. Si aprendemos a ver nuestras pruebas a través de Su Palabra, podremos confiar en Él y hacer el bien, como dice 1 Pedro 4:19: "Por tanto, los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador haciendo el bien."


Vivir por fe nos permite repetir con Asaf y con el profeta Habacuc: "Con todo, yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en el Dios de mi salvación." Habacuc 3:18.


Así que pídele al Señor que te ayude a ver las pruebas desde Su perspectiva, para que anheles la santificación más que la comodidad terrenal y confíes en Su fidelidad mientras descansas en Él.


El resto del himno de William Cowper nos da consuelo recordándonos el carácter inmutable de Dios:


"No juzgues al Señor con sentidos débiles, / más confía en Su gracia;

detrás de una providencia severa, / Él esconde un rostro sonriente.

Sus propósitos maduran pronto, / desplegándose cada hora;

el brote puede tener sabor amargo, / pero dulce será la flor."


 

Acerca del Autor

Adam Johnson ha sido certificado desde mayo de 2023. Es adulto mayor en Redemption Community Church en Bartlett, TN. También es Director de Programa en el Tennessee Baptist Children’s Homes Ranch en Millington. Está casado con Shawna y tiene dos hijos.

 

Traducción de: Valeria González

 
 
 

Comments


bottom of page