El Nuevo Testamento da tres categorías generales para ayudarnos a pensar y superar la tentación. La solución para debilitar los hábitos de corto plazo y los de toda la vida no siempre se da de la misma forma.
No solo hay diferentes estilos para diferentes personas, sino que puede haber diferentes estilos para cada persona, depende de cómo una tentación específica te haga tropezar. Estas tres formas para superar la tentación y el pecado pueden cruzarse o superponerse mientras estás resolviendo un problema.
Amputación
“Y si tu mano derecha te es ocasión de pecar, córtala y échala de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya al infierno”. Mateo 5.30
En este pasaje, Jesús enseña que si tu ojo peca, deberías arrancarlo; o si tu mano peca, deberías cortarla y deshacerte de ella. Aquí Jesús está usando lenguaje hiperbólico que no se debe tomar literal.
El Señor puede permitir que las luchas en tu vida te ayuden a acercarte a Él.
Él usa “un lenguaje de corte” para ilustrar cómo pensar y responder a los patrones de pecado y a los problemas con el pecado. A veces debes cortar con lo que te tienta a pecar (2 Timoteo 2.22). ¿Qué necesitas sacar de tu vida?
1. ¿Deberías decir “no” a la comida?
2. ¿Deberías resistirte a la tentación de comprar?
3. ¿Deberías apagar el televisor?
4. ¿Deberías alejarte de las redes sociales?
5. ¿Deberías dejar de involucrarte con alguien del sexo opuesto?
6. ¿Deberías levantarte o acostarte a tiempo?
7. ¿Deberías bloquear algunas cosas en tu computadora para no mirar ciertas cosas?
Lo que está en consideración aquí son hábitos y comportamientos externos. En muchos casos, el cese del pecado se logra inmediatamente a través de este método de corte. Aunque no siempre es este el caso.
En otras situaciones, la batalla es más intensa y sacar el pecado de tu vida no pone final a la tentación. Hay más trabajo que hacer.
El Señor puede usar el pecado de una forma no pecaminosa.
También es cierto cómo la tentación permanente de pecar es una medida de la bondad de Dios hacia ti. El Señor puede permitir que las luchas en tu vida te ayuden a acercarte a Él (2 Corintios 1:8-9, 12:7-10). Lee la historia de José comenzando en Génesis 37. El Señor puede usar el pecado de una forma no pecaminosa.
Mortificación
“Porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”. Romanos 8.13
En Romanos, Pablo presenta otra idea para superar los problemas con el pecado. Él te pide que mortifiques las obras de la carne. En nuestra Biblia moderna, leemos “hacer morir”.
La mortificación es diferente de la amputación. La mortificación implica que puedas necesitar otro método para superar el pecado. A veces amputas, otras mortificas. Y otras, haces las dos.
La mortificación del pecado disminuye la vitalidad de algo hasta que muere.
La mortificación del pecado disminuye la vitalidad de algo hasta que muere. Le quita la fuerza. Como ilustración, usaré la analogía de un resfriado común.
Puedo limpiar la nariz de mi hija (amputación) y se quitará la manifestación del problema con una ayuda externa limitada, pero estos comportamientos no abordarán la raíz de la cuestión.
El problema es más profundo como para resolverlo con soluciones externas. La enfermedad está en el cuerpo y necesita soluciones internas. Por lo tanto, le doy un medicamento a mi hija y confío que acabará con la enfermedad que la está infectando internamente.
Le puedo decir a mi hija que pare de toser, pero eso seguramente la exasperará. Ella no puede dejar de toser, llevará tiempo. La mortificación del pecado es una cuestión del corazón. Aquí hay una lista de algunos pecados de este tipo:
1. Deseo por la comida.
2. Resentimiento hacia alguien que te hizo mal.
3. Motivaciones equivocadas generadas por la culpa.
4. Miedo a la opinión de otros.
5. Preocupación por tomar malas decisiones.
6. Remordimiento por una mala decisión del pasado.
7. Ansiedad por lo que Dios piensa de ti.
Limitación
“Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”. Hebreos 12.1
El escritor de Hebreos enseña como debes dejar a un lado cualquier peso que entorpece tu vida. No está diciendo que el obstáculo es un pecado; no tiene que ser un pecado, pero puede ser una influencia negativa.
Tus esfuerzos suceden bajo, dentro, a través y por medio del favor de Dios que te fortalece.
A veces lo que no es pecado puede ser pecaminoso, por eso hay que limitar la práctica o la participación en esas actividades. Quizás no puedas decir que la Biblia dice que esto es pecado, pero debes ser honesto en como la tentación atrapa tu corazón.
Hay muchos ejemplos de cosas que no son pecado pero que pueden ser pecaminosas. La televisión, la tecnología, el alcohol, los amigos, Facebook y el dinero son algunos. Esto puede no ser pecado, pero puede ir en tu contra, a tal punto que tu corazón te conduzca al pecado.
Es importante que tengamos un entendimiento completo de tus tentaciones, debilidades y patrones de pecado para ser vigilante y abstenerse de las cosas que impiden reflejar la gloria del Dios.
Derrotas la tentación del enemigo y te abstienes de sus enredos cuando respondes a la misericordia de Dios para ti.
Debes pensar de manera realista el cómo y por qué pecas, además de los métodos bíblicos que te permitan conquistar lo que quiere derrotarte.
Tus esfuerzos suceden bajo, dentro, a través y por medio del favor de Dios que te fortalece. Derrotas la tentación del enemigo y te abstienes de sus enredos cuando respondes a la misericordia de Dios para ti.
Llamado a la acción
1. ¿Cuáles son tus luchas?
2. ¿Cómo batallas contra el pecado?
3. ¿Tienes categorías de pecado? Cuando pecas ¿lo llamas pecado o das vueltas y lo reclasificas, lo redefines o usas otras tácticas para minimizarlo?
4. ¿Tienes amigos que llamen tu atención en amor?
5. ¿Les has dado permiso a tus amigos para que lo hagan?
6. ¿Les has compartido cómo pecas y cómo eres tentado a pecar?
7. ¿Mantienes en privado tus luchas?
Quien cree en el evangelio es libre. No tiene nada que esconder, que proteger ni que temer. Batalla de manera radical contra el pecado en una comunidad de amigos.
Rick Thomas ha estado entrenando en el estado de Carolina del Sur desde 1997. Después de varios años como consejero y pastor, fundó y lanzó una organización de capacitación para alentar y equipar a las personas para una vida efectiva.
Traducido por: Ana Luz Herbel
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