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Estoy Cansado

Actualizado: 16 ago



Teología práctica, Descanso, Cansado, Cansancio, Fatiga, Agotamiento

“¡Simplemente estoy cansado!” es una expresión frecuente de experiencia compartida. No todos los casos de cansancio son iguales en cuanto a su intensidad y causa. El cansancio es una experiencia universal, pero con muchas causas y matices posibles. A lo largo de tu vida y ministerio te enfrentarás al agotamiento. Por lo tanto, es vital desarrollar una comprensión bíblica del cansancio, su alcance y su impacto en tu vida y ministerio. El cansancio puede ejercer una presión intensa en los corazones e influir en decisiones equivocadas, pero también puede ser una oportunidad para aprender más sobre la gracia de Jesús a través del evangelio.


Considera algunas (no todas) de las razones de cansancio descritas en las Escrituras y la respuesta del evangelio.


1) El peso del pecado


No todo el cansancio está relacionado con el pecado personal, pero el pecado personal puede llevar a experimentar cansancio físico. Este fenómeno parece ser la experiencia del rey David en el Salmo 32. Soportando el peso de un pecado no confesado, David describe su experiencia como un hombre cansado: "…Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano" (Sal. 32:4, NBLA).


El pecado no confesado pesa sobre el corazón, perturbando la conciencia y causando una experiencia de gran dolor. David sabía lo que era, y sin embargo siguió "encubriendo [su] iniquidad" (Sal. 32:5, NBLA). Tendido en la estera de la culpa, David confiesa su pecado aferrado a la esperanza de obtener el perdón de Aquel que puede cubrir su pecado (Sal. 32:5).


David comprendió que había cansancio al intentar cubrir su pecado. El perdón trae descanso al alma de quién confía en Aquel que cubre los pecados: el Señor, en quien hay misericordia (Sal. 32:10). Así, el descanso del alma perdonada se expresa en alegría y regocijo (Sal. 32:11).


2) Malinterpretar nuestro rol


Moisés tenía una tarea sencilla: sacar al pueblo de Egipto y dirigirle a la Tierra Prometida (Ex. 3:10). Su misión sería ejercida ante un pueblo de dura cerviz (Ex:32). No sería fácil dirigir a un pueblo que se dejaba llevar por pasiones intensas y murmuración constante. En algún punto, Moisés malinterpretó su tarea. En Números 11, Moisés parece tomar sobre sí la tarea de satisfacer los deseos del pueblo de Israel (Núm. 11:12-13), así como de la tarea de liderar al pueblo por sí mismo. (Núm.11:14). El resultado fue un agotamiento que le llevó a desear morir (Núm.11:15).


Nos cansamos cuando tomamos un rol que no ha sido asignado a nosotros: padres que asumen la responsabilidad de criar hijos piadosos. Pastores que viven como si la salvación o santificación del pueblo de Dios fuera un resultado del cuidado pastoral. Consejeros que cargan con la culpa de la falta de arrepentimiento de sus aconsejados. Sin duda hay lecciones para cada una de estas situaciones, pero existe fatiga cuando confundimos el rol que se nos ha dado. La Gracia de Dios transforma a las personas, no su voluntad o fidelidad, ni la nuestra.


3) Ignorancia del Señor


Agur es otro personaje bíblico que reconoció su cansancio: "Estoy agotado, oh Dios; estoy agotado, oh Dios, y desgastado" (Prov. 30:1). Su cansancio resultó de su ignorancia: "No tengo inteligencia humana; no he adquirido conocimiento del Santo" (Prov. 30:2). Pero no se trata de ignorancia acerca de algo, sino de alguien: "No he aprendido sabiduría ni tengo conocimiento del Santo" (Prov. 30:3). Hay fatiga en la ignorancia relacional, en no conocer quién es Dios.


Agur hace preguntas que encuentran sus respuestas en una persona: Jesucristo (Prov. 30:4). La iniciativa humana no puede resolver la ignorancia del hombre que trae cansancio al alma. Dios, en su gracia, envió al Hijo del Hombre para proporcionar el conocimiento que refresca el alma (Juan 3:13).


4) Un Corazón Orgulloso


Un corazón orgulloso es un corazón inquieto. En el Salmo 131, David da testimonio de un corazón pacífico y tranquilo en el Señor. Se le compara con un niño destetado: tranquilo por la compañía, no porque recibirá algo (Sal. 131:2).


Un corazón orgulloso se agita, buscando cosas grandes y maravillosas (Sal. 131:1). Un corazón inquieto busca algo fuera de su alcance, así que un corazón inquieto y orgulloso encuentra cansancio y nada más. Pero un corazón que espera en el Señor encuentra descanso, desde ahora y para siempre.


5) Servicio intenso


No todo cansancio implica una responsabilidad pecaminosa. Nuestra fragilidad humana resulta en experiencias de agotamiento debido a una carga de trabajo pesada. El ministerio de la Palabra y el cuidado de las personas pueden requerir mucho esfuerzo y producir cansancio (Col. 1:29).


En este caso, la misma gracia que se ministra a los demás es la que sostiene al ministro cansado (Col. 1:29). Paradójicamente, se trata de un cansancio que descansa el alma refrescada por la gracia de Dios.


¿Estás cansado?


¿Estás cansado porque estás cargando el peso del pecado? El evangelio proclama que hay perdón. ¿Estás cansado porque malinterpretaste tu prol? El evangelio nos define como siervos, no salvadores del pueblo de Dios. ¿Estás cansado porque no conoces al Señor? El evangelio nos dice que Jesús vino para revelarse a nosotros. ¿Estás cansado porque tienes un corazón orgulloso? Jesús nos llama a aprender de Él: mansos y humildes de corazón (Mateo 11:28-30). ¿Estás cansado de servir al Señor? Descansa bien, con la certeza de que Dios trabaja mientras dormimos, teniendo la confianza de que la gracia que ministras es la gracia que nos sostiene y que en Cristo, nuestro trabajo no es en vano.


Preguntas de Reflexión


¿Con qué experiencias de cansancio enlistadas arriba te identificas?

¿Qué otros tipos de cansancio puedes identificar en la Escritura y en tu experiencia? Ora para confesar tu agotamiento y buscar el descanso encontrado en el Evangelio.


 

Acerca del Autor


Sacha Alexandre Mendes es graduado en Economía por la Universidad de Sao Paulo. Ha recibido formación teológica en el Seminario Bíblico Palabra de Vida (Brasil), una Maestría en Consejería Bíblica de la Universidad del Maestro (The Master's University), una Maestría en Divinidad del Seminario de la Fe.


Bíblica (Faith Bible Seminary) y un Doctorado en Ministerio en Predicación Expositiva del Seminario Teológico Bautista del Sureste (Southeastern Baptist Theological Seminary). Actualmente, Sacha se desempeña como pastor principal en la Iglesia Bautista Maranatha en São José dos Campos y es uno de los líderes de la Asociación Brasileña de Consejeros Bíblicos. Él y su esposa Ana tienen tres hijos: Pedro, Tito y Marina.

 

Traducido por: Dara Luna

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