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¿Cuál es la clave de tu crecimiento espiritual este año?


¿Existe solo una cosa que puedes hacer este año para asegurar tu crecimiento espiritual?


Tu crecimiento espiritual sería mucho más fácil si solo hubiera una sola cosa que te ayudara a crecer, a desentrañar tu vida espiritual, o a reducir la carga de la lucha diaria. Solo una cosa -una cura mágica, un proceso de santificación en un solo paso, un método a prueba de fallas-. Muchas cosas han sido sugeridas, tales como: recuerda que todas las cosas son para bien, recuerda tu identidad en Cristo, asegúrate de rendirle cuentas a alguien, pelea las batallas espirituales, sirve a los demás a diario, muestra el evangelio con tu vida, camina en el espíritu, considera la eternidad, escucha una buena predicación, lee tu Biblia a diario, ora regularmente, y la lista sigue y sigue. Aunque todas estas cosas son buenas en sí mismas, ninguna de estas cosas es la llave que abre los secretos de tu crecimiento espiritual en Cristo. Hacer un progreso a lo largo de nuestro caminar espiritual requiere de trabajo duro; no hay una fórmula mágica para el crecimiento.


La mejor pregunta

En vez de preguntarte “¿Qué es lo único que detiene mi crecimiento espiritual?”, pregúntate, “¿Qué es lo siguiente que necesito hacer para crecer espiritualmente?”.

Considera este año como un viaje de 365 días. El camino por delante promete momentos de gozo, alegría, bendición y victoria; junto a momentos de tristezas, desafíos, adversidades y fracasos. Si viajas a lo largo de este camino en un recorrido de 365 días, en ocasiones correrás, caminarás, te detendrás y descansarás. Para llegar al final no harás solo una cosa; al contrario, harás muchas. Ya que en cualquier momento, lo que te suceda en el camino, te estará guiando hacia lo siguiente.


¿Qué sigue?

Dios desea que sigamos creciendo en la piedad. En Filipenses, Pablo nos desafía de dos maneras:

1. “Solo que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo” (Filipenses 1:27) y,

2. “Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. (Filipenses 3:13b-14).


En ambos casos. Pablo desafía a los cristianos a persistir hacia la semejanza en Cristo y en esforzarse a vivir una vida coherente con la Biblia: esto es lo único digno y lo único que tenemos que hacer.


Nota esta importante distinción. Lo único que tenemos que hacer no es una fórmula mágica. Es un estilo de vida, un proceso, un viaje. Esto incluye todo tipo de cosas buenas, las cuales entran dentro de las categorías generales de “procurar el crecimiento, vivir dignamente y llegar a ser como Cristo”. La pregunta para los cristianos se convierte en: ¿Qué es lo siguiente en lo que me debo esforzar hacia lo único? Lo cual, es ser como Cristo.


¿Cómo determino lo que sigue?

Piensa y reflexiona acerca de circunstancias o presiones especificas (independientemente de si es algo que te sucedió o una situación que enfrentaste). Hay dos categorías a considerar que determinan lo que sigue.


Primero; Lo correcto ¿Qué es lo que sigue? reflexiona sobre qué hacer a continuación, y determina hacer lo correcto. Puede haber muchas opciones a considerar. Responder al pecado en tu contra, puedes sentirte tentado a devolver mal por mal, posiblemente estés luchando contra la amargura y malicia hacia otra persona. Afortunadamente, las palabras de Pablo te alientan no solo a responder, sino a hacer lo correcto, y a elegir lo que honra al Señor. Pablo escribió, “si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Santiago nos recuerda, “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17). Así que, haz lo correcto.


Segundo, ¿Qué es lo mejor? Determina que es lo correcto una sola vez; puede haber múltiples opciones disponibles para ti. Ahora querrás decidir cuál es la mejor elección. La oración de Pablo por los Filipenses era que su “amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor…” (Filipenses 1:9-11). Aprobar lo que es mejor significa examinar las opciones disponibles para concluir cual es la mejor. Puede haber muchas cosas que serían apropiadas, comprensibles, oportunas, y no pecaminosas; sin embargo, el desafío es determinar cuál de las opciones es la mejor. Las opciones pueden ser clasificadas en imprudentes o sabías, lo que incluye, buenas, mejores y la mejor. Al considerar cual es la mejor, también reflexiona sobre cada uno de los demás que serán afectados por tus decisiones y cómo esto impactará sus decisiones.


Preguntas para reflexionar.

Sobre el camino de tu crecimiento espiritual este año, haz esta pregunta parte de tu diaria reflexión: “¿Qué es lo correcto y lo mejor, para seguir hacia lo único? Ser como Cristo”.


Kevin Carson es un esposo, padre de cuatro hijos, pastor ( www.sonrisebaptist.com ), profesor ( www.gobbc.edu ), blogger ( kevincarson.com ), autor y consejero certificado. Le encanta servir a Cristo, a su familia, al cuerpo de Cristo y a su comunidad.

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