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DECISIONES, DECISIONES, DECISIONES


Los años universitarios están llenos de potencial y oportunidad. Los estudiantes están explorando las realidades de su identidad en Cristo (o deberían) más allá de la instrucción de sus padres. Ya no juega con dinero de Monopolio, las ruedas de entrenamiento ya fueron quitadas, ahora tienen que aprender a manejar solos, y lo saben. Son los días que configuran una trayectoria para el resto de sus vidas. A veces la vida puede llegar a ser abrumadora. Preguntas como, ¿Qué dirección debería elegir? ¿Debo sacar más préstamos estudiantiles? ¿Debo ir al extranjero este verano? ¿Debo casarme? ¿Y si no me caso? O quizá ¿debo crear una empresa propia y dedicarme a surfear todos los días para el resto de mi vida?


No hay lista de verificación para tomar decisiones cruciales de manera perfecta. De hecho, en la mayoría de los casos, la decisión se toma entre dos opciones muy buenas. Hay, sin embargo, un proceso bíblico de principios que pueden guiar a todos (si eres un estudiante universitario o no) para navegar a través de estas opciones sin volverse loco.


Piensa con realismo (Proverbios 4:26)

“Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.” Filipenses 4:8


Tú tomas decisiones en tiempo y espacio real. Por lo tanto, debes pensar de manera realista sobre la situación. Comienza simplemente definiendo la decisión que tienes ante ti. ¿Cuál es la naturaleza y el alcance de la elección exacta que estás considerando? Luego reúne información relevante disponible para crear una comprensión completa de todas las partes relacionadas. No te apresures. Si no hay suficiente información para construir una decisión razonable, espera y ora hasta que puedas. Una vez que tengas todo en la mesa, comienza a formar alternativas realistas basadas en estos hechos. Empieza a predecir cuáles podrían ser algunas de esas implicaciones, en lugar de tratar de resolver todos los problemas que tal vez no existan; esto te dará un contexto preciso para tomar una decisión.


Conoce la voluntad de Dios (2 Pedro 1:2-3)

“Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.” 2 Timoteo 3:16


Contrariamente a lo que algunos podrían pensar, la voluntad de Dios no es distante o misteriosa. Él la ha revelado perfecta y completamente en Su Palabra. Las Escrituras contienen todas las cosas para la vida y la piedad y son relevantes para la decisión que tienes ante ti. Mira todos los pasajes que se relacionan directa e indirectamente con tu decisión para identificar el marco bíblico para tomar la decisión. Como punto de partida, considera Mateo 22:37-40. ¿De qué manera tu decisión refleja tu compromiso de amar a Dios con todo su ser y recursos? Considera cómo esta decisión afecta a quienes te rodean como una expresión de tu devoción a Dios. Al considerar tu decisión de acuerdo con la voluntad revelada de Dios, tendrás el valor y la confianza de que cualquier decisión que tomes esté dentro del plan de Dios.


Comprueba tus Motivos (Romanos 12:1-3)

“Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida.” Proverbios 4:23


Las decisiones son impulsadas por nuestros deseos. ¿Qué quieres que salga de esta decisión? ¿Por qué te importa tanto esto? ¿Está bien? ¿Es aceptable ante Dios y los hombres? ¿Va a ayudarte a ti y a otros a madurar en Cristo? Considere el significado y el motivo detrás de las decisiones que deseas, ya que esto te ayudará no sólo a entender las opciones, sino el por qué elegirlas.


Busque consejo, no consenso (Proverbios 19:20)

“Los necios creen que su propio camino es el correcto, pero los sabios prestan atención a otros.” Proverbios 12:15


Los amigos de confianza y el liderazgo en tu vida son un regalo de Dios. Te ayudan a considerar tus situaciones desde diferentes puntos de vista. Piensa en voz alta y honestamente con ellos, y dales la bienvenida en tu vida para traer claridad a tus reflexiones. No busques a personas que piensan exactamente igual que tú. Por el contrario, encuentra a algunos cristianos con ideas similares que pueden reflexionar contigo sobre esta decisión de manera bíblica. Aquí es donde el liderazgo en tu iglesia local se convierte en un activo esencial para tu proceso de toma de decisiones. Evite reunirte con grupos de amigos sólo para apoyar una decisión que tú ya has tomado.


Sé activamente dependiente (Mateo 6:25-34)

“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.” 1 Pedro 5:7


Pensar acerca de las decisiones de la vida puede traer cantidades increíbles de miedo y ansiedad. La tentación es manejar excesivamente cada detalle para eliminar cualquier margen de error y consecuencias negativas. El proceso de tomar una decisión de vida coloca tu corazón en un lugar notablemente dependiente. Las oportunidades, los recursos, las relaciones y el tiempo son factores que dan forma a las decisiones, pero no las controlan. Más bien, todo está bajo el control soberano de nuestro Dios (Isaías 46: 9-10, Salmo 136, Romanos 8: 28-29). Por lo tanto, toma estos momentos como oportunidades para explorar y expandir tu dependencia activa del Señor. Pídele ayuda. Él entiende tus desafíos y deseos y está comprometido a orquestar todas las cosas para hacerte a Su semejanza. Por lo tanto, confía en Él.


Haz algo (Filipenses 4:8-9)

“No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica.

De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos.” Santiago 1:22


Todo el mundo quiere conseguir un buen trato. Es por eso que investigamos y leemos críticas para casi cualquier cosa que queramos comprar, leer o ver. En decisiones importantes de la vida, a veces no puedes calcular todas las variables e implicaciones de una decisión, y eso es paralizante. No te preocupes. La mayoría de las decisiones importantes de la vida son el efecto acumulativo de muchas opciones más pequeñas en la misma dirección. Toma tu confianza en la soberanía de Dios, la dirección de Su Palabra y el consejo aclaratorio de amigos de confianza y tome una decisión que es un siguiente paso lógico en dirección hacia adelante. Encontrarás que los mismos principios bíblicos que aplican en las pequeñas decisiones de la vida son los principios aplicados a las grandes decisiones de vida en el futuro. Por lo tanto, haz algo. Tú encontrarás que caminar paso a paso, te dará un vista de lo que hay delante.


Adora bien (I Corintios 10:31)

“Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús

Y den gracias a Dios Padre por medio de él.” Colosenses 3:17


El proceso lo es todo, y tú adorarás algo en el proceso. La forma en que tomes decisiones debe reflejar un contexto de adoración a Dios, independientemente del impacto que tome tu decisión. El objetivo de vivir bien es deleitarse con la bondad y la grandeza de Dios en los momentos cotidianos de la vida, incluyendo tus decisiones. Ese objetivo se cumple a través del poder del evangelio y las oportunidades cotidianas de adorar a Dios. Él tiene todo bajo control. Adóralo a lo largo del proceso de tomar una decisión de vida y síguelo haciendo después de que tomes la decisión. Tú puedes saber que en todas las cosas, Dios es alabado.


Joe Keller (D.Min.) Ha servido para promover la educación transformacional que es intencionalmente bíblica por más de 20 años. Actualmente se desempeña como Director Ejecutivo Asociado de las Escuelas Grace Brethren en Simi Valley California y enseña en el Departamento de Consejería Bíblica de la Universidad del Maestro.



TRADUCIDO POR: Miguel Linares

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