Ignorancia del significado
Hace varios años, alguien me contó la historia de una pareja joven de otra ciudad. La esposa, de poco más de 30 años, fue informada de que tenía cáncer de mama. La noche antes de su mastectomía, su marido vino a su habitación de hospital, y sin tocarla, simplemente le dijo: "No puedo vivir con una mujer sin mamas, pediré el divorcio." Cuando me contaron esta trágica historia, la cuestioné. Mi informante me aseguró que era una historia verdadera.
Qué contraste con mis amigos Rob y Brenda (no son sus nombres reales) que están caminando por un momento muy difícil, pues Brenda sufre un tumor cerebral maligno. Recientemente Rob me envió este mensaje por correo electrónico: “Conduciendo entre mi hogar y el Centro de Oncología hace unos días, Brenda como una niña pequeña, dulcemente y con seriedad, me dio muchas gracias una vez más por mi cuidado. Decidí responder de manera diferente a lo habitual: "¡Cariño, es un privilegio!" (aunque así lo siento). Esta vez me volví y miré a mi esposa, casi acurrucada en el asiento de atrás y le dije: "Bebé, es lo que quise decir cuando hice los votos... 'En la salud y en la enfermedad.' Entonces sonreí y agregué, 'Y me alegro de que hicieras tu voto 'en la riqueza y en la pobreza', y los dos nos reímos…”
En otra ocasión compartió Rob: Me quedé estupefacto al principio por un comentario la otra noche, horas después de un largo día en el Centro de Oncología. Brenda dijo: -La enfermera dijo hoy que tengo uno bueno. ¿Un buen qué? Me preguntaba yo.
Ella explicó sin que yo pidiera una explicación. "Las enfermeras están contentas de como tú eres tan bueno conmigo. Uno de los trabajadores dijo que no es raro que el cónyuge de un paciente con cáncer termine pidiendo el divorcio. "¡No me anoté para esto!", dicen. "¡Vaya! ¡Estaba impresionado!
Rob y Brenda habían resistido tormentas antes. Uno de sus hijos murió ahogado. Ellos sufrieron las punzadas del rechazo, los chismes, críticas duras y otras heridas que vienen con ser cristianos dedicados al ministerio, pero estoy seguro de que dirían lo que otros en el ministerio han dicho a menudo, "Es difícil, pero somos bendecidos." Rob y Brenda han caminado este camino por 43 años.
Como otros matrimonios felizmente casados, testificarán que, un gran matrimonio no siempre es dicha conyugal, sino la unión de las vidas de dos pecadores dentro del mayor instrumento de santificación de Dios, pero llena de alegría y felicidad.
El matrimonio es la unión de dos pecadores dentro del mayor instrumento de santificación de Dios.
La enseñanza comienza al principio
Dios creó el matrimonio como una relación de pacto antes de que Adán y Eva pecaran. En Su omnisciencia Él diseñó que los votos nos obligan a permanecer en Él, para permanecer en los votos el uno al otro. Cuando realizo una ceremonia de matrimonio, los votos se expresan de esta manera:
"Rob, ¿haces alianza con Dios para tomar a Brenda como tu esposa para vivir juntos en el santo pacto del matrimonio? ¿Te esforzarás por honrar a Dios amándola y conduciéndola? ¿La confortarás y le serás fiel mientras vivan?
"Brenda, ¿harás alianza con Dios para tomar a Rob como tu marido para vivir juntos en el santo pacto del matrimonio? ¿Te esforzarás por someterte a su liderazgo y respetarlo? ¿Le confortarás y le serás fiel, mientras vivan?
El significado de estos votos se explica en la consejería prematrimonial y se declara en la ceremonia por el bien de los testigos.
¿Cuál es el problema?
¿Por qué todo el alboroto sobre la redacción de los votos? Después de todo, la ceremonia es acerca de conseguir que la pareja sea oficialmente “enganchada”, ¿no?
Las historias anteriores demuestran la importancia de la pareja y los testigos a través de estas palabras. La sacralidad del matrimonio está siendo atacada todos los días en la prensa, en los tribunales, y muy a menudo dentro de la iglesia.
Como el evangelio debe ser predicado y enseñado con claridad, así debe ser la santidad del matrimonio. Jesús dijo: "Sea tu hablar: Sí, sí; no, no" (Mateo 5:37). Entender los votos matrimoniales como una relación de pacto significa: "Sí, Dios, acepto tus parámetros de matrimonio y no, Dios, no voy a difamar estos votos".
Estos votos son seguidos por aquellos votos que definen los parámetros para toda la vida –en las alegrías y en las penas; en la riqueza y en la pobreza; en salud y en enfermedad y; amar y respetar hasta que la muerte nos separe.
Gracia viene a través de recordar
Cuando llegue tu turno para que tus votos sean desafiados por el cáncer o alguna otra enfermedad perjudicial y estés tentado a cortar y correr, recuerda que tus votos fueron hechos a Dios y Dios les sostendrá.
Preguntas para la Reflexión
¿Cómo te aseguras de que tus consejerías prematrimoniales tengan una comprensión apropiada del peso y del significado de los votos matrimoniales que tomarán? ¿Cómo puedes incorporar esta enseñanza a la ceremonia por el bien de los testigos?
Howard Eyrich (Th.M., D.Min.) Se retiró recientemente como Pastor de Ministerios de Consejería en la Iglesia Presbiteriana de Briarwood en Birmingham, AL. Él continúa presidiendo los programas de Consejería Bíblica de MA y el de Consejería Bíblica del Doctor en Ministerio para el Seminario Teológico de Birmingham.
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