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¿En qué se parece la Consejería a la Paternidad?


A menudo recuerdo la gracia y el amor de Dios por mí cuando paso tiempo con Jane, mi hija de 5 años. Hay muchas bendiciones de Dios envueltas en su armamento sin fin de energía y juegos. Una de las bendiciones que a menudo puedo pasar por alto es mi propia santificación. Dios en su bondad me ha dado una hija para cuidar y pastorear, a fin de crecer en santidad.


En una de mis conversaciones recientes con Jane, empecé a tener algo así como un déjà-vu de una experiencia. Resultó que muchas de las cosas que estaba compartiendo con mi hija las compartí antes en una sesión de consejería que tuve con un miembro de la iglesia. Esto me hizo pensar en las similitudes entre la consejería y la crianza de los hijos. De alguna manera, Consejería 101 es muy similar a Paternidad 101.


Dios en su bondad me ha dado una hija para cuidar y pastorear, a fin de crecer en santidad.

Estas son algunas de las similitudes entre la consejería y la crianza de los hijos, como un medio para recordarnos y animarnos como consejeros.


Oramos

Así como oramos por nuestros hijos, también oramos por y con aquellos a quienes estamos aconsejando. Cuando oramos, estamos pidiendo a nuestro Dios soberano que entre en la situación y haga un cambio para Su gloria y el bien del aconsejado. Quizás la lucha es la ira, o la ansiedad, o la mala comunicación. Oramos a Dios porque Él es quien salva y quien santifica.


Oramos a Dios porque Él es quien salva y quien santifica.

Confiamos en Dios

A menudo en la crianza de los hijos, hay momentos en que nuestra fuerza es nula. Estamos ocupados atendiendo a los niños y ejerciendo energía que raramente se vuelve a llenar durante todo el día. Las sesiones de consejería que requieren escucha intencional y enfoque, pueden tener efectos similares. Debemos confiar en Dios y servir en la fuerza que Él provee. No somos súper padres y tampoco somos súper consejeros. Necesitamos la ayuda de Dios en nuestro trabajo.


No somos súper padres y tampoco somos súper consejeros. Necesitamos la ayuda de Dios en nuestro trabajo.

Hablamos la Verdad en Amor

La consejería, al igual que la crianza de los hijos, debe estar centrada en el corazón. Con mi hija, a menudo estoy “pelando la cebolla” de su comportamiento para entender mejor lo que su corazón desea. Quiero amarla y cuidarla hablando verdad a su corazón y su mente. El amor no conoce límites cuando se trata de nuestros hijos. ¿Podemos decir lo mismo referente a nuestros aconsejados? ¿Vemos a las personas que aconsejamos como Dios las ve? ¿Vemos a las personas en nuestra consejería (incluso los casos difíciles) como personas con dignidad y valor increíble? ¿Les Amamos lo suficiente como para hablarles verdad y corregirles? Esto debe ir de la mano.


La consejería, al igual que la crianza de los hijos, debe estar centrada en el corazón.

Aplicamos las Escrituras

Como padres, queremos ser fieles en el pastoreo de nuestros hijos de acuerdo con la Palabra de Dios. También queremos usar y aplicar bien las Escrituras en nuestras sesiones de consejería. La Escritura es suficiente para tratar nuestros temas de consejería, porque sólo la Escritura puede diagnosticar correctamente los problemas de raíz.


Proyectamos la Visión Acerca de la Grandeza de Dios

Uno de los objetivos que tengo con Jane, es ayudarla a ver que este mundo no gira alrededor de ella, sino que hay un Dios grande y glorioso que es mucho mayor que todo. De la misma manera, nosotros como consejeros estamos tratando de ayudar a las personas a tener una visión centrada en Dios de su situación. Queremos que conozcan y acepten que Dios es absolutamente digno de confianza en cada área de su vida y que Él les ha bendecido ricamente en Cristo.


Debemos ayudar a las personas a tener una visión centrada en Dios de su situación.

Proporcionamos aliento y esperanza

Efesios 6 deja claro que no debemos provocar a ira a nuestros hijos, sino que debemos educarlos en la disciplina y la instrucción del Señor. Proporcionar ánimo a nuestros hijos puede ayudarlos a crecer de múltiples maneras. Lo mismo ocurre en nuestra consejería. Queremos hablar palabras que edifican y señalan a nuestros aconsejados a una mayor esperanza. Dar ánimo a lo largo del camino, incluso en los pequeños avances, puede ser tremendamente útil.


Queremos hablar palabras que edifican y señalan a nuestros aconsejados a una mayor esperanza.

Ejercemos paciencia

No hay semana que pase en la que no tenga que recordarme a mí mismo que mi hija tiene 5 años y no 25. Mi nivel de expectativas comienza a ser perjudicial cuando me olvido de esta verdad básica. A veces nuestro itinerario no se alinea con el de Dios cuando Él está trabajando en la vida de nuestros aconsejados. Es útil recordar que debemos tener paciencia con la gente, ya que Dios ha tenido mucha paciencia con nosotros.


Debemos tener paciencia con la gente, ya que Dios ha tenido mucha paciencia con nosotros.

Como consejeros bíblicos estamos llamados a proveer cuidado a aquellos que aconsejamos, así como en la paternidad, estamos llamados a cuidar a nuestros hijos. Ha sido útil para mí ver algunas similitudes en estos dos temas, y cómo Dios las ha usado tanto para enseñarme sobre lo uno y lo otro.


Preguntas para la reflexión

¿Existen otras áreas en su vida en las que la consejería proporciona una similitud? ¿Hay similitudes útiles que se pueden encontrar para beneficiarle a usted y a su trabajo?


SEAN GOULD sirve junto a otros ancianos en pastorear en Brook Hills. Está casado con su mejor amiga, Adrian. Tienen una hija, Jane.




TRADUCIDO POR: MIGUEL LINARES

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