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La protección del Señor contra el daño (Parte 2)


La protección del Señor contra el daño (Parte 2)
La protección del Señor contra el daño (Parte 2)

CCB Staff: En esta publicación, Jeff Forrey continua su investigación de como la declaración del Salmo 91, “No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada” debe ser entendida por los cristianos que han experimentado una tragedia tal como un divorcio inesperado o muerte en la familia. En su última publicación, él mencionó como el libro de Salmos no descuida la realidad de las aflicciones en la vida del pueblo de Dios, y entonces Salmo 91:1 debe ser entendido en este contexto largo. En esta publicación el regresa al Salmo 91.

 

Dios nos va a proteger de pruebas difíciles.

Dios también va a recordarnos repetidamente a través de nuestras vidas de este amor de gracia y preocupación por nosotros. Van a haber algunas tragedias de las que vamos a ser librados porque Dios interviene. Por ejemplo: Dios quizás nos sacuda cuando nos adormecemos detrás del volante en la carretera. O, Dios quizás utilice el clima para prevenir un viaje que de otra manera seria peligroso.


Nosotros no podemos saber necesariamente por adelantado cuando esos momentos ocurran, pero pasajes como el Salmo 91 nos enseña que siempre es apropiado orar por la protección del Señor. Y cuando levantamos esas oraciones a él, cuando nos acercamos a él, el se acerca a nosotros (Santiago 4:8). Acercarnos a Dios durante los momentos de dificultad descansa en una sola convicción: Nada toca nuestras vidas que no sea primero probado por el amor de Dios hacia nosotros. Otra vez pablo escribe con pasión considerable acerca de esta verdad:


Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?  El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con El todas las cosas?  ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.  ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros… Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes,  ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro (Romanos 8:31–39)


Una tentación del Salmo de doble filo

Toda prueba que encontramos en nuestras vidas es ambos, una prueba intencional diseñada para fortalecer nuestra fe en el plan de Dios para nuestras vidas y una posible tentación usada por Satanás para debilitar nuestra fe en los planes de Dios. Jesus enfrentó esta situación después del bautismo:


Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado/probado por el diablo. … Entonces el diablo le llevó a la ciudad santa, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está: “A sus ángeles te encomendara”, y: “En las manos te llevaran, no sea que tu pie tropiece en piedra.”Jesús le dijo: También está escrito: “No tentaras al Señor tu Dios. (Mateo 4:1, 5–7)


Note como Satanás usó el Salmo 91 para tentar  a Jesús para poner a Dios a prueba. Aunque el salmista escribió para celebrar la protección de Dios con sus hijos, Satanás torció el salmo para ser una prueba cínica del amor de Dios. En esencia, Satanás desafía el anuncio público de Dios acerca de Jesús como su amado hijo (En su bautismo, Mateo 3) Pero Jesús no cedió a la sugerencia blasfema del tentador, Jesús confió en lo que su Padre celestial dijo acerca de él y estaba dispuesto a seguir los planes de su Padre—todo el camino hasta la cruz (Mateo 26:38-39, Filipenses 2:8).


Existe una diferencia crucial entre pedirle a Dios protección, confiar en él con el resultado y demandar la protección de Dios, probando su amor y bondad. Jesús entendió la intención del salmista, y eso a su vez le habilito para reconocer la motivación malvada de Satanás. El ejemplo de Jesús nos recuerda que confiar en el plan de Dios para nuestras vidas es necesario, aunque ese plan envuelva pruebas difíciles.


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¿De qué manera a ayudado usted a los aconsejados en medio de pruebas difíciles a entender la relación de Dios en lo que está sucediendo?

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