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Perdiéndonos en los detalles


Me senté al otro lado de la pareja una vez más. Nuevamente estábamos discutiendo la confianza quebrantada en su relación. Le pedí a la esposa que compartiera con su esposo cómo era para ella intentar confiar en él otra vez. Ella compartió muchas cosas, pero lo primero que salió de su boca fue que se sentía insegura. Ella se desvaneció en cómo no sabía qué esperar según avanzaban. Entonces, ella habló sobre un escenario reciente que la llevó a temer confiar en él otra vez. Ella habló sobre los detalles específicos de la situación detallando desde su perspectiva sobre cómo surgieron las cosas. Ella compartió su frustración y cómo la misma causó una distancia mayor.


Cuando ella terminó de compartir su experiencia, su esposo saltó a la conversación con su perspectiva de la situación que ella había presentado. La conversación se dirigió por un camino familiar. Realmente ya no estaban hablando sobre su confianza o sobre cómo era para ella tratar de confiar en él (mi pregunta original). Por el contrario, se habían perdido en los detalles. Era como si el agua encontrara un cauce conocido. Una vez las cosas comenzaron a fluir, fue difícil siquiera notar cuán prontamente fluyó a través del trayecto tan bien conocido mientras voleaban perspectivas sobre cómo pasaron las cosas y cómo fueron dichas las palabras. La frustración se estaba acumulando. Ellos se habían perdido en los detalles.


Como consejeros, nosotros también tenemos que tener cuidado de no perdernos en los detalles. Es fácil hacerlo, y antes de percatarnos dejamos de ser consejeros ayudando a las personas a conocerse las unas a las otras. Sin embargo, somos bomberos tratando de mojar la llama del conflicto presente. ¿Qué puedes hacer en una situación como esta? Un consejero necesita escuchar atentamente. Pero un consejero también necesita ser un investigador. Debemos explorar las cosas dichas que revelan el corazón.


Puertas de entrada

Algo importante fue dicho y desapercibido en la conversación entre el esposo y la esposa. El esposo no escuchó la puerta de entrada al corazón de su esposa. De acuerdo a Paul Tripp, “Una puerta de entrada es una experiencia particular de una persona sobre una situación, problema o relación.”1 No es el problema o la situación en sí misma, sino su experiencia en ella. Las puertas de entrada surgen en conversaciones significativas cuando la gente toma pasos pequeños hacia la vulnerabilidad. El movimiento hacia una apertura más profunda ocurre porque todos tenemos el deseo de ser conocidos y entendidos, pero es mezclado con el temor de lo que pueda significar abrirnos con otro. La vigilancia del esposo no debe ser sólo sobre aprender a escuchar mejor. En una conversación es arriesgado explorar las puertas de entrada por lo que puede significar realmente conocer a la otra persona. Queremos profundizar pero también tememos lo que podamos aprender. Puede que no sepamos qué hacer con ello. Puede que toque alguno de nuestros propios temores e inseguridades. Antes que lo notemos, los detalles da las situaciones secuestrarán los momentos de las conversaciones. Hablamos sobre comunicarnos mejor, mientras mantenemos espacio cauteloso entre los demás. Como Larry Crabb perspicazmente señala, “Ideamos estrategias diseñadas para mantenernos cálidamente envueltos con otros a una distancia segura”2. Esto no sólo mantiene nuestras relaciones distantes, sino que también nos mantiene dándole vueltas a los mismos argumentos una y otra vez.


La puerta de entrada perdida

Así que, ¿cuál fue la puerta de entrada perdida en esta conversación? Mientras revisas la conversación, puede quedar más clara. Las primeras palabras de la esposa fueron algunas de las más vulnerables. Fue posiblemente una sola palabra cargada con mucho significado. Mientras trabajaba con esta pareja circulé la palabra “insegura”. Le pedí que nos ayudara a entender mejor lo que quiso decir. Le pedí que nos explicara cómo era para ella sentirse insegura. Fue en este momento que ella fue más honesta respecto a sus temores. Ella compartió pensamientos de profundo cuestionamiento y temores de abandono.


El corazón del asunto

Cuando el esposo comenzó a escuchar que era menos sobre la situación y más sobre lo que estaba sucediendo en el corazón de ella, él tuvo compasión de ella y fue capaz de aprender más sobre el verdadero conflicto que ella estaba teniendo. Esto cambió el enfoque de preocuparse sobre la situación y todos los detalles, hacia explorar los temores y las heridas con las que su esposa estaba enfrentando que la situación había activado.


Como consejeros es importante que exploremos las aguas profundas de las palabras que las personas utilizan.

Cuando tomamos el tiempo de explorar las palabras que la gente dice y les permitimos brindarle significado claro a su experiencia, estamos usando la sabiduría que se nos brinda en Proverbios 20:5, “Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre entendido lo alcanzará.” Como consejeros es importante que exploremos las aguas profundas de las palabras que las personas utilizan. Mientras modelamos esto, tenemos la esperanza de que el aconsejado pueda hacer lo mismo en sus propias relaciones para comenzar a entender y amar los unos a los otros.


Preguntas para reflexionar

¿Tienes una tendencia a perderte en los detalles de una conversación o permites que tus aconsejados lo hagan? ¿Cómo puedes permitir que el concepto de una puerta de entrada en una conversación te ayude a mantenerte enfocado en el corazón del asunto?


Eliza Jane Huie es la directora ejecutiva de  Life Counseling Center  en Maryland, donde también se desempeña como consejera bíblica.

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