En lugar de meditar en las circunstancias difíciles, es sabio llenar nuestras oraciones con meditaciones en la bondad del Señor.

Hace unos días, cambié las baterías de todos los detectores de humo en mi casa. Hice esto porque es prudente mantener baterías nuevas y frescas en estos dispositivos de protección. También lo hice porque quiero dormir, y es bien sabido que si una batería de un detector de humo falla, solo lo hará a las dos de la mañana. Y no me agrada ir al garaje por mi escalera, subirla y desconectar una batería de un detector de humo que suena a medianoche.
Así como las alarmas de incendio tienden a sonar a medianoche, los pensamientos ansiosos suelen surgir en ese mismo momento. Tú y yo lo sabemos por experiencia. Después de un día difícil, podríamos estar propensos a despertarnos en la noche, a volver a los pensamientos del día y a lo que podríamos o deberíamos haber hecho. Pronto, encontramos que tanto nuestro corazón físico como nuestro corazón espiritual laten con tensión e incluso desesperanza. La Biblia también da testimonio del momento de esa tentación:
"Cansado estoy de mis gemidos;
Todas las noches inundo de llanto mi lecho,
Con mis lágrimas riego mi cama." (Salmo 6:6)
"Dios mío, de día clamo y no respondes;
Y de noche, pero no hay para mí reposo." (Salmo 22:2)
"En el día de mi angustia busqué al Señor;
En la noche mi mano se extendía sin cansarse;
Mi alma rehusaba ser consolada." (Salmo 77:2)
¿Cómo podemos equiparnos para combatir nuestros temores y pensamientos ansiosos que surgen en medio de la noche? Los salmistas también dan consejos sabios y prácticos para ayudarnos a calmar nuestros temores nocturnos.
En una Noche de Ansiedad, Medita
La noche—ya sea que estemos ansiosos o no—es un buen momento para alimentar nuestros corazones con la Escritura y recordatorios de la naturaleza y el carácter de Dios. Considera las prácticas de los salmistas:
"Sino que en la ley del Señor está su deleite,
Y en Su ley medita de día y de noche!" (Salmo 1:2)
"Bendeciré al Señor que me aconseja;
En verdad, en las noches mi corazón me instruye." (Salmo 16:7)
"Cuando en mi lecho me acuerdo de Ti,
En Ti medito durante las vigilias de la noche." (Salmo 63:6)
Los salmistas, incluso en tiempos de descanso y contentamiento, usaban la noche como un tiempo para meditar en la naturaleza del Señor y en Su Palabra. Aún más, cuando somos afligidos por la ansiedad, es sabio meditar en la Palabra de Dios (nuestros corazones siempre están meditando en algo; queremos que nuestra meditación esté motivada y refleje la verdad de Dios).
Cuando soy tentado en la noche con temores, puedo abrir mi Biblia en un salmo que afirme la grandeza de Dios (los Salmos de Ascenso, Salmos 120-134, son buenos para comenzar) y usar un versículo o incluso una sola frase como punto focal de meditación para calmar mi corazón y profundizar mi contentamiento en Su fidelidad.
Si estás en una temporada en la que te despiertas repetidamente por la noche, podrías seleccionar un versículo o dos para meditar mientras te duermes, y mantener tu Biblia abierta (o la aplicación de la Biblia en tu teléfono) en esos versículos para refrescar tu mente si despiertas/cuando despiertes en la noche.
En una Noche de Ansiedad, Ora
Cuando un salmista se desesperó, volvió al Señor en oración y encontró consuelo. Específicamente, afirmó los atributos y la naturaleza de Dios, que revelan Su fidelidad en momentos de ansiedad:
"Diré yo al Señor: «Refugio mío y fortaleza mía,
Mi Dios, en quien confío…
No temerás el terror de la noche,
Ni la flecha que vuela de día" (Salmo 91:2, 5)
La naturaleza de la ansiedad es que nuestras mentes quedan cautivas por pensamientos de fatalidad—y estos inevitablemente corren (¡CORREN!) en un camino circular y descendente. Y parece inútil intentar detener esos pensamientos descontrolados—hasta que son reemplazados por algo justo. En lugar de meditar en la circunstancia difícil o en las personas difíciles de nuestras circunstancias, el salmista puso su atención en el Señor. Sus oraciones no estaban consumidas por deseos egoístas o condenaciones imprecatorias de sus enemigos, sino por reflexiones satisfactorias para el alma sobre la naturaleza buena y confiable de Dios. Cuando tenemos miedo, es sabio llenar nuestras oraciones con meditaciones sobre la bondad del Señor.
Parte de la oración nocturna también puede incluir autoexaminación y confesión:
"Tú has probado mi corazón,
Me has visitado de noche;
Me has puesto a prueba y nada hallaste.
He resuelto que mi boca no peque." (Salmo 17:3)
El análisis (“probado” y “puesto a prueba”) mencionado por el salmista es un tipo de autoevaluación similar a la del Salmo 139:23-24. El salmista mira dentro de sí para ver si hay algún pecado que pueda estar provocando su insomnio ansioso. Cuando el pecado es expuesto, confesado y perdonado, esto trae descanso al corazón, como testifica David (Salmo 32:4-6). Puede ser que la conciencia sea más fácilmente suprimida durante el día, pero trabaja horas extras en la noche, trayendo inquietud al alma. La confesión completa no solo restaurará nuestra comunión con el Señor, sino que también puede restaurar el descanso a nuestros corazones y luego a nuestros cuerpos, permitiéndonos dormir.
En una Noche de Ansiedad, Pídele a Otros Que Oren
La oración en comunión con otros creyentes no es solo parte de nuestra adoración corporativa, sino que es parte de nuestras vidas (Hechos 2:42). Aunque los salmistas no mencionan reunirse para la oración comunitaria en medio de la noche (y aunque nunca he llamado a alguien a las 2 a.m. para que ore conmigo), sabemos el valor de las oraciones de los demás. A veces, cuando nuestros propios corazones están atrapados en pensamientos y oraciones impías o necias, puede ser una bendición que otros oren por nosotros, no solo para invocar el poder de Dios a nuestro favor, sino también para dirigir nuestros corazones hacia meditaciones sabias.
Así que si no vamos a llamar a otros para que oren por nosotros en medio de la noche, podría ser útil escuchar sus oraciones de otra manera: a través de libros de oraciones piadosas. Acumulo libros y los guardo al lado de mi cama (en mi aplicación Kindle en mi teléfono, en realidad), y cuando me despierto, a menudo uso esas oraciones para dirigir mi alma a contemplaciones piadosas.
En una Noche de Ansiedad, Canta
Varias veces el salmista habla de usar el canto para dirigir y consolar su corazón. Y sabemos que David también usó la música en su ministerio para Saúl (1 Samuel 16:23). Considera estos ejemplos de los salmistas:
"De día mandará el Señor Su misericordia,
Y de noche Su cántico estará conmigo;
Elevaré una oración al Dios de mi vida." (Salmo 42:8)
"De noche me acordaré de mi canción;
En mi corazón meditaré,
Y mi espíritu indaga." (Salmo 77:6)
En momentos de ansiedad, los cánticos bíblicos pueden redirigir nuestros corazones a pensar y meditar en la verdad de la Escritura. Y el ritmo de la música puede desacelerar nuestras mentes y obligarnos a meditar con más profundidad que sin música con letra.
Por lo tanto, en una aplicación de música para teléfono, considere crear una lista de reproducción de música que afirme la naturaleza confiable de Dios. Esto redirigirá nuestro pensamiento ansioso nocturno para que cuando nos despertemos en la noche, podamos ponernos los auriculares y escuchar la verdad bíblica que se nos ministra. O podríamos memorizar algunos himnos que nos ayuden particularmente a meditar en la naturaleza de la gracia, el cuidado y el consuelo de Dios.
Al igual que la batería defectuosa de un detector de humo, es posible que no podamos predecir cuándo surgirán pensamientos ansiosos en la noche, pero Dios nos ha dado provisiones de gracia para guiarnos a través de esos momentos de miedo y cultivar el descanso en Él.
Terry Enns es miembro de ACBC y pastor de la Iglesia Bíblica Grace en Granbury, Texas. También es colaborador y orador habitual del Centro de Consejería Bíblica y Discipulado (CBCD).
Acerca del Autor

Terry Enns es miembro de ACBC y pastor de la Iglesia Bíblica Grace en Granbury, Texas. También es colaborador y orador habitual del Centro de Consejería Bíblica y Discipulado (CBCD).
Traducción de: Natalia Guerrero
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