Dios le da a cada persona un termostato moral interno. Es la conciencia. Puede ser un medio de gracia para ayudarte a cambiar o puede ser tu peor enemigo.
Jim, un creyente, ha vivido en pecado por muchos años. Aunque muchas personas le han llamado la atención por esto, él nunca se ha arrepentido. Normalmente, su razonamiento va en línea con la justificación, la racionalización o la culpa. El problema es que la conciencia de Jim no es neutral en este asunto.
La conciencia reaccionará de la misma manera en la que respondemos a todas las cosas en la vida, sean estas pecaminosas o no. Si no respondemos de una forma bíblica ante el pecado, la conciencia se irá endureciendo de a poco.
Si no respondemos de una forma bíblica ante el pecado, la conciencia se irá endureciendo de a poco.
Es similar a una persona que toma sol por mucho tiempo, la piel se endurece por la exposición al sol. Tanto sea un pecador rebelde o una persona que toma sol, el resultado es el mismo: la sensibilidad se modifica de forma antinatural.
Moldear la conciencia
La conciencia es moldeable. Puede ser suavizada o endurecida, dependiendo de cómo se reaccione ante la culpa y la condenación. Una conciencia sensible es permeable a la verdad de la palabra de Dios. La persona que quiere caminar en la verdad responderá de inmediato y de manera precisa a la condenación. Este “transgresor temporal” puede vivir en un estado continuo de amor, gozo, santidad y victoria.
El de conciencia débil tiene una lista de pecados más larga que la que Dios tiene.
Si el individuo elige resistirse y no reconocer que necesita arrepentirse, su conciencia se endurecerá. En vez de experimentar la libertad que recibimos mediante la cruz de Cristo, la persona en rebeldía elije otro método para lidiar con su pecado, incluso llega a ignorarlo.
Cuando una persona está en rebeldía, la conciencia no tiene otra opción más que la de endurecerse. Esto ocurre para que la persona pueda vivir consigo misma. Te lo explico: si yo corto mi mano repetidas veces, con el tiempo se endurecerá a tal punto que ya no sentirá dolor. Se supone que un cuerpo saludable se comporta de esta forma.
Una conciencia sensible es permeable a la verdad de la palabra de Dios.
Una conciencia con conocimiento bíblico se comportará de la misma forma si el transgresor se rehúsa a arrepentirse. Con el tiempo, la persona no tendrá una conciencia con conocimiento bíblico porque se insensibiliza a la verdad de la palabra de Dios (1 Timoteo 4.2).
Uno de los mayores engaños del pecado es que ciega la mente e impide percibir sus peligros. Esto sucede porque calla el termostato moral interno, un regalo Dios para todas las personas, salvas o no, para que puedan distinguir entre la verdad y el error (Romanos 2.14-15).
¿Sensible o débil?
Una conciencia sensible no es lo mismo que una débil. Una persona con una conciencia débil, como lo describe 1 Corintios 8.1-13, es lo opuesto a aquel que tiene una conciencia dura (1 Timoteo 4.2).
Mientras que Jim racionaliza y justifica su conducta pecaminosa, el de conciencia débil tiene una lista de pecados más larga que la que Dios tiene; muchos de los que el percibe como pecados, no lo son.
Cuando una persona está en rebeldía, la conciencia no tiene otra opción más que la de endurecerse. Esto ocurre para que la persona pueda vivir consigo misma.
En 1 Corintios 8.1-13 se relata que los nuevos convertidos creían que comer la carne sacrificada a los ídolos era pecado. Pablo decía que no estaba mal comer ese tipo de carne. El problema que Pablo identificaba era que tenían una conciencia débil. Ellos necesitaban reentrenar la conciencia para poder comer la carne sacrificada a los ídolos sin autocondenarse por hacer algo que ellos consideraban que estaba mal.
Para Pablo no era un gran problema, pero sí lo era para estos nuevos y débiles cristianos. A veces, nuestras familias, el ambiente religioso y las tradiciones de cada cultura equivocadamente enseñan un estilo de vida inflexible que es contrario a lo que la Biblia enseña.
Una conciencia con conocimiento bíblico
Cada conciencia debe conocer la palabra de Dios para vivir bien en Su mundo. La conciencia y la Biblia deben estar en el mismo lugar cuando se trata de entender “el pecado bíblico” y cómo reaccionar ante él. Nunca serás más libre que cuando tu conciencia y la palabra de Dios estén en la misma sintonía.
La conciencia es el termostato moral interno, un regalo Dios para todas las personas, salvas o no, para que puedan distinguir entre la verdad y el error.
Desafortunadamente, Jim eligió ignorar la culpa, como bien se lo hace ver la palabra de Dios y sus amigos. Usa algunas técnicas torcidas para callar su voz interior y piensa que como no puede escuchar su conciencia, está todo bien. Pero no, el silencio no beneficia a Jim. Dios le ha dado una señal de advertencia, pero hace oídos sordos y sigue viviendo a ciegas.
Nunca serás más libre que cuando tu conciencia y la palabra de Dios estén en la misma sintonía.
Preguntas para reflexionar
¿Cómo describirías tu conciencia? ¿Es débil, dura o con conocimiento bíblico?
Hay cuatro medios de gracia para entrenar tu conciencia de manera correcta.
El canon – la palabra de Dios
El consolador – el Espíritu Santo
La comunidad – tus amigos
La conciencia – tu voz interior
¿Qué están haciendo estos cuatro medios de gracia en tu vida y qué cambios necesitas que hagan para que tu conciencia sea una con conocimiento bíblico?
Rick ha enseñado en el noroeste de Carolina del Sur desde 1997. Después de servir varios años como consejero y pastor, fundó y lanzó la organización RickThomas.net para estimular y proveer herramientas a las personas para vivir de manera practica el evangelio.
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